Monografías
El Clásico
El término Clásico sirve para definir una época de gran esplendor en la historia de Mesoamérica, ya que es el periodo en que surgieron grandes ciudades con una arquitectura monumental, se desarrolló el comercio y hubo una gran evolución en la escritura y los calendarios.
El periodo abarca desde el 200 hasta el intervalo 650-900 d.C. Su fin lo marca la caída de las grandes ciudades del periodo, hecho que no ocurrió al mismo tiempo en toda Mesoamérica. En la Cuenca de México y en Oaxaca ocurrió hacia el lapso 650-750 y en la zona maya hacia el 900.
El Clásico es consecuencia del máximo desarrollo de los elementos que surgieron en el Preclásico: el aumento y la concentración de la población, la especialización del trabajo, la jerarquización social y el comercio entre regiones distantes.
El cambio de mayor trascendencia fue el surgimiento de grandes ciudades y la marcada división entre campo y ciudad: en el campo se producía una gran cantidad de alimentos y las ciudades se convirtieron en zonas concentradoras y distribuidoras de riqueza. Los grandes sitios de la época son: Teotihuacan en el centro de México, Monte Albán, en el Valle de Oaxaca y varias ciudades de la zona maya, como Izapa, Uaxactún, Palenque, Tikal o Calakmul.
Tanto Teotihuacan como Monte Albán fueron centros urbanos ubicados en zonas estratégicas, lo que les permitió dominar una amplia región en la cual había asentamientos agrícolas y abundantes recursos complementarios provenientes de lagos, ríos o minas. Teotihuacan, por ejemplo, llegó a controlar los poblados y recursos naturales de la Cuenca de México, entre ellos las minas de obsidiana de la región, con lo que fue capaz de producir enormes cantidades de instrumentos de ese vidrio volcánico y distribuirlos en otras áreas de Mesoamérica.
La zona maya, a diferencia de las dos anteriores, no tuvo una sola ciudad que dominara toda la región, sino que surgieron varias ciudades que tenían el control de poblaciones y recursos locales.
Los teotihuacanos y los mayas no fueron pueblos pacíficos; estudios recientes indican que los mayas vivían casi en un estado de tensión y conflicto permanentes, pero las guerras de esta época no alcanzaron la intensidad que adquirieron después, en el Posclásico, con los grandes imperios militaristas.
Las tres regiones mencionadas estaban interrelacionadas gracias al comercio. Teotihuacan fue la ciudad que organizó y dirigió la extensa red de comercio de todos los pueblos mesoamericanos hasta mediados del siglo VIII. Cuando la ciudad se colapsó, la red se fragmentó.
El urbanismo es el elemento que se puede apreciar en todo su esplendor. Teotihuacan es una ciudad única por su organización a lo largo de dos grandes ejes, con calles y avenidas espaciosas. Monte Albán es una ciudad majestuosa ubicada en la cima de un monte para dominar todo el valle; desde su gran plaza central la ciudad se extiende rodeando las laderas. Las ciudades mayas, ubicadas en zonas tropicales con una vegetación muy espesa, generalmente siguen la forma del terreno, lo cual hace que no sean sitios concentrados y ordenados por calles regulares. Se trata más bien de varios conjuntos arquitectónicos dispersos, cada uno de los cuales conserva una armonía pues contienen: plazas, templos, palacios y juegos de pelota.
A pesar de las diferencias entre los tipos de ciudades, todas se construyeron obedeciendo los modelos cósmicos y los movimientos de los astros marcados sobre el horizonte.
La religión tiene una especial importancia durante el Clásico. Gran parte de los dioses mesoamericanos se definieron en esta época y tendrían vigencia hasta la época de la conquista. Divinidades relacionadas con la lluvia, el fuego, la tierra y la sucesión temporal alcanzaron una enorme importancia y respaldaron el poder de los gobernantes.
Los calendarios evolucionaron al grado de desarrollar dos sistemas: uno que describía el ciclo de 365 días, de carácter agrícola-religioso, y el de 260 días de carácter adivinatorio. Los mayas alcanzaron el grado máximo de desarrollo en el conocimiento calendárico, además de ser la primera cultura que utilizó el 0.