Monografías
La Prehistoria
El periodo denominado Prehistoria abarca, en nuestro país, desde el 33 000 a.C. hasta el 2500 a.C. y lo integran dos épocas: la etapa Lítica, del 33 000 al 5000 a.C., y el Protoneolítico, del 5000 al 2500 a.C.
Este periodo es el más largo de la historia prehispánica y describe procesos de desarrollo social muy importantes, como el origen de la agricultura y el sedentarismo. Es el único periodo en el que el clima ha tenido un impacto social realmente fuerte, ya que abarca la última glaciación, la retirada de los hielos y el inicio del periodo Interglacial en el cual todavía vivimos. Es una época en la que el ser humano demuestra la gran capacidad de adaptación que tiene.
Lo que marca el inicio de este periodo es la llegada del ser humano a suelo americano. A diferencia de otros continentes, en América no existía la especie humana y por esta razón su presencia es posterior. Hasta ahora tampoco se ha encontrado evidencia de que en nuestro continente haya habido evolución biológica humana. El hombre que llegó a América ya era Homo sapiens.
Las primeras sociedades en la historia de la humanidad fueron las bandas de cazadores-recolectores, fenómeno que caracterizó a la llamada época Lítica. Las actividades características de estos grupos de individuos estarían vigentes hasta el 5000 a.C. aproximadamente, cuando ocurrieron importantes cambios vinculados con el clima.
El Protoneolítico es la etapa en que el ser humano tuvo que hacer cambios para sobrevivir en otras condiciones. Entre los cambios destacados están la agricultura y el sedentarismo, en ese orden.
El rasgo más característico de la época Prehistórica es la tecnología de piedra. Gracias a los instrumentos de piedra (lítica) los arqueólogos han podido saber cómo vivían y qué consumían las sociedades de entonces.
Para entender el desarrollo de la agricultura, que se inició en el Protoneolítico, los arqueólogos se dedican a estudiar los restos de semillas, plantas y polen que recuperan en las excavaciones.