Museo
La región de la Costa del Golfo abarca el estado
de Veracruz y parte de los estados de Tabasco,
Puebla, San Luis Potosí, Tamaulipas, Hidalgo
y Querétaro. Dicha región estuvo habitada por
diversos grupos étnicos: huastecos, otomíes,
nahuas, totonacas, tepehuas, popolocas,
zoque-mixes y mixtecos, quienes a pesar
de hablar lenguas distintas, compartían una
misma base cultural y un desarrollo social y
político similar.
Sin embargo, al entrar en la sala de la Costa del Golfo lo primero que se puede apreciar son las piezas de una de las civilizaciones mesoamericanas más antiguas: los olmecas (1800 -100 a.C.), asentados al sur de Veracruz y en Tabasco.
Los olmecas, fácilmente identificables por las cabezas colosales, practicaron la agricultura y fueron artistas muy destacados en el trabajo del jade y la jadeíta. Dicha piedra llegaba a través del intercambio y con ella se elaboraron objetos de valor asociados a personajes de una alta jerarquía social: adornos para el cuerpo, cuentas, collares, orejeras, pectorales, hachas y figurillas. Estas piezas están presentes en otras regiones de Mesoamérica en la época del Preclásico.
Otro rasgo peculiar de los olmecas es la
representación de jaguares humanizados,
tanto en objetos de piedra como en piezas
de cerámica, que significaban la tierra y la
renovación de la vida, como parte de creencias
y ritos asociados a la fertilidad de la tierra, al
agua y al maíz.
La Venta, Tres Zapotes y Cerro de las Mesas son los sitios olmecas más representativos, con construcciones arquitectónicas monumentales que hacen suponer la existencia de una jerarquía social.
Durante la época del Clásico florecieron diversas sociedades en el centro de Veracruz; una de las más importantes fue la del los totonacas. De esta época son representativas las piezas conocidas como hachas, palmas y yugos, esculturas en piedra con un simbolismo religioso asociado al culto a los muertos y al juego de pelota.
Tajín fue la ciudad totonaca más importante
del Clásico (600 - 900). Su arquitectura es
sumamente original ya que integra nichos,
grecas y ricos bajorrelieves. Cuenta con varios
juegos de pelota, como se puede ver en la
sala, decorados con relieves que dan cuenta
del complejo ceremonial del cual formaban
parte.
De la zona huasteca, al norte de la región del Golfo, se pueden observar piezas cerámicas que ilustran la tradición estética de la deformación craneal, además de objetos elaborados con conchas y caracoles marinos.
A fines del Clásico, tras la caída de Teotihuacan, hubo importantes cambios poblacionales en la región del Golfo. Los totonacas tuvieron mayor contacto y practicaron más intercambios con Puebla, Tlaxcala y el Altiplano; Cempoala llegó a ser una de las ciudades más pobladas de la época.